miércoles, 10 de junio de 2015

Luis Abinader: mujeres y juventud

     Por: Adolfo Pérez de León

La sociedad dominicana tiene una gran deuda social. Desde hace décadas hemos tenido pendiente la construcción de una alternativa política que ponga en su centro al ser humano. Por allá por los años 90, el Doctor José Francisco Peña Gómez encabezó una apuesta denominada Acuerdo de Santo Domingo. Desde esta plataforma política se sacudieron los resortes de la conciencia nacional mediante el denominado Programa de Gobierno Compartido. . Ese gran compendio de propuestas de conquistas sociales, que recorrió el país entero sembrando esperanza de la mano del moreno más popular de todos los tiempos, contenía en su seno la promesa de un país distinto. En el mismo la mujer y los jóvenes jugaban un papel esencial. La imposibilidad de materializar aquellos logros fue el fruto de las fuerzas conservadoras y su imposición de un modelo neoliberal que dividió a nuestro país y desarticuló las posibilidades de mejoría. Las mujeres y los jóvenes como sectores vulnerables en una sociedad excluyente y dirigida por políticos indolentes, necesitan de la mano de un Estado que los ponga en el centro.

El Estado Social y Democrático de Derecho del que habla nuestra Carta Magna es una quimera muy lejana. Porque su desarrollo requiere mucho más que discursos agradables y compromisos de boca. La sociedad dominicana tiene un gran compromiso con las mujeres, que enfrentan un mal poderosísimo: el machismo que las condena e indispone. La cultura imperante, que hace pensar al hombre que es más que la mujer, que dispone un rol para madres, hijas y hermanas que no tiene nada que ver con su dignidad, es un gran reto a superar. Se trata de la necesidad de políticas realmente inclusivas que dispongan las líneas de la igualdad real entre hombres y mujeres. No bastan las cuotas de participación femenina, que de por sí son insuficientes. No basta que líderes y leyes hablen de la mujer. Todos los días la cultura machista cobra víctimas mortales, pero también condena día tras día a la mujer a servir al hombre que, como un rey, se sienta en un sillón a esperar a su esclava doméstica. Contra eso, contra la desconsideración de siglos que sufren las mujeres, viene a luchar un gobierno de Luis Abinader. Pero no lo hará desde el fanatismo que contrapone al hombre y la mujer, sino desde el ánimo de justicia y equidad que las iguala con nosotros. La mujer tiene derecho a ser tratada como lo que es, un ser humano digno y en plenitud de derechos. Y sus reclamos deben ser atendidos y su voluntad impulsada. Cada vez son más las mujeres que sobresalen por su capacidad, inteligencia y trabajo. Y cada día hace más falta que le repongamos sus derechos en esta sociedad que tanto ha ignorado sus gritos y lágrimas. En el PRM queremos que sea la propia mujer la que encuentre su espacio real en la sociedad y por eso contamos con tantas mujeres y tantos hombres listos para dar lo mejor de sí en procura de una mejor vida para todos y todas.

La juventud es otro sector banalizado por la política indolente que abandona a su principal fuente y razón de ser. El compromiso del PRM, de su esencia, con esa juventud que pide a gritos un mejor mañana, un horizonte que haga posible materializar sus deseos. Una juventud olvidada y con los sueños rotos que ya comienza a hacer contacto con nuestra propuesta y empieza a ver cristalizadas las posibilidades de una propuesta política. El Partido Revolucionario Moderno debe avocarse a una verdadera alianza con los jóvenes, un compromiso que permita que la acción política gire en torno a ellos. El plan es poder fomentar mayor cercanía entre los jóvenes, mayores condiciones a través de los espacios que la juventud ha escogido como suyos. El gobierno de Luis Abinader pondrá la atención en los jóvenes con respuestas reales a sus necesidades, integrándoles, entendiendo sus realidades, creciendo con diversidad y ofreciendo oportunidad para el desarrollo de sus capacidades y habilidades para construir su propia vida.

Las políticas de juventud del compañero Luis, deben ser definidas e implementadas y sobretodo fiscalizadas por la juventud. La propuesta política de Luis Abinader requiere y empuja por la participación activa y efectiva de los jóvenes dominicanos, en constante adaptación y con la capacidad para estos autogestionar de manera creativa sus necesidades. Más poder para los jóvenes.

Luis Abinader es un hombre joven. Es la apuesta más genuina, fresca y moderna con que cuenta el país. Ya basta de utilizar a los jóvenes como excusa para robustecer un ministerio que gasta y sirve para mantener empleos inoperantes. Queremos y necesitamos políticas reales y efectivamente eficientes para la juventud. Ya basta de utilizar a los jóvenes en el bandereo y para ser utilitarios de las causas políticas que luego llevarán al poder a personas desentendidas del presente y del futuro. Gobernarán los jóvenes. Gobernarán las mujeres. Gobernará el pueblo dominicano.

Las derrotas que han sufrido tanto mujeres como jóvenes suponen un compromiso a corregir que el compañero Luis Abinader y este equipo político, su candidatura y el Partido vamos a saber lograr. El país no puede seguir dando la espalda a su gente. Los sectores vulnerables deben sentirse representados, deben encontrar su voz en esta apuesta y esta apuesta está lista para lograrlo.

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